En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad.
Ignoro
dónde vive, de qué color
tiene la piel, como
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio.
¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
El dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienes maniatados.
JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO
No seamos insensibles al dolor de las personas que sufren y nos importan. Nadie debe estar solo ni cerrar los ojos ante los sufrimientos de los demás, todos somos uno.
Saira y Marta (3º B)